Imágenes...

Y recuerdo que tus manos me tomaron por la cintura, y me despierto, sudando… deseando repetir la experiencia, esperando el roce tu mano sobre la mía, de tu mano sobre mi cuerpo, de tu mano incitando mi placer.

Y recuerdo el sabor de tus labios y entreabro los míos, mojándolos como lo hiciste hace apenas unas horas… hace unos años, y deseo morderlos de nuevo, saborearlos y sentirlos. Experimentar otra vez la suave sensación que provocan sobre la piel, saber que son capaces de erizarme y de hacerme temblar.

Y recuerdo que tus brazos me apretaron y mi pecho se oprimió contra el tuyo… y me hundí en el calor de tu cuerpo, y me sentí protegida y deseada… amada. Y mis brazos se sometieron con gusto a tu fuerza y voluntad.

Y recuerdo que en tu espalda he estado escribiendo nuestra historia… que se dobla para alcanzar mis piernas y mis nalgas, y que pones a mi disposición tu cuello y tus hombros para besarlos, lamerlos y morderlos.

Y recuerdo tus piernas, firmes y fuertes para detener mi peso y el tuyo, listas para acoplarse con las mías, listas para trabajar en conjunto con tus nalgas.

Y recuerdo tu olor, poderoso afrodisíaco que estimula mis sentidos… y mi nariz pasa por tu pecho, por tus brazos, por tu cuello y por tu espalda… por tu abdomen, y te respiro una y otra vez… cerrando los ojos y disfrutando cuando inhalo. Cierro los ojos y te huelo, los abro y el placer se extiende a la vista.

Y recuerdo tus ojos, mirándome y haciendo contacto con los míos… de vez en cuando los cierras, otras veces soy yo quien no puede mantener el contacto; y sin embargo, constantemente veo que tu mirada se centraba en mi cuerpo y en mis reacciones, tu ojos están al pendiente de mi.

Y recuerdo que hubo un momento en que tus ojos se clavaron en los míos, en los que nuestros cuerpos se detuvieron un instante y en que hubo una necesidad imperiosa de sentirte más cerca, más adentro, de que no te alejaras… nunca…

Y recuerdo que fue en ese momento, sólo en ese momento, cuando lo entendí y así lo decidí.